A los ojos del viajero incauto, Geonosis no es más que otra bola de polvo del Anillo exterior, sin mayor valor que su cinturón de asteroides. No obstante, Geonosia es un planeta que posee el regalo de la vida. En su inhóspito ambiente habitan docenas de especies distintas, la mayoría debajo de la superficie en respuesta al brutal clima del planeta, el cual incluyen tormentas de radiación estelar y nubarrones de densos gases, capaces de bloquear la luz solar por días enteros.
A nivel geográfico, Geonosis es un planeta de inmensidades, pues en su superficie se extienden interminables desiertos de arenas rojizas; la monotonía del escenario solo se rompe con colosales formaciones rocosas, que se elevan al firmamento como los colmillos de un nexu.
La principal especie de este mundo son los genosianos, criaturas insectiferas de notable inteligencia y de gran hostilidad. En un inicio estos seres habitaban en el interior de las cavernas situadas en la base de las montañas. Por causa de las presiones demográficas, los geonosianos desarrollan su propia forma de arquitectura que favorecen delgadas y altas espirales en cuyo interior se premia la funcionalidad antes que el acabado. En cuanto a las fachadas, los geonosianos copian la agresiva forma de las montañas a tal punto que llegan a confundirse con los picos naturales. En la edificación de sus citadelas, los genosianos utilizan al parásito llamado phidna, cuyas secreciones mezclan con polvo de piedra para crear una sustancia pastosa similar en contextura y usos que el duracrete.
Los geonosianos han aprovechado la riqueza mineral de su planeta y su distante locación para establecerse como un centro secreto de fabricación. En esta facultad sirven como maquila para muchos de los miembros de la Tecno Unión, de hecho los ejércitos mecánicos de la Federación de comercio fueron construidos en Geonosia.
Con el surgimiento de la Confederación de sistemas independientes, Geonosia hizo su entrada en la historia galáctica como principal proveedor militar del movimiento del Conde Dooku. Cuando el Jedi Obi-Wan Kenobi informa de estas actividades a las autoridades de la República, se desencadenas los eventos que llevan a la batalla de Geonosis, donde los soldados clones de la República se enfrentan a las huestes mecánicas creadas por los geonosianos, el enfrentamiento inaugural de la Guerra de los Clones, que sacudiría hasta sus cimientos al gobierno galáctico.
La principal fuente de ingresos de la economía geonosiana procede de su sector industrial. De ahí que a lo largo del planeta existen docenas -sino es que centenas- de masivos centros de fabricación, todos ellos camuflados perfectamente como picos naturales, si no fuera por las salidas de humo y los escapes termales. En todos estos locales, miles de líneas de producción se amontonan unas sobre otras, mientras que geonosianos de las clases sociales más bajas se dedican a la monótona tarea de vigilar todos los mecanismos automáticos, a medidas que estos trabajan a un ritmo vertiginoso, transformando bloques de materia prima en productos terminados.
Las principales líneas de producción de las fabricas geonosianas son aquellas que se dedican a la manufacturación de armamentos, no solo armas de mano o vehículos de combate sino que también fabrican androides de batalla; de hecho en Geonosia se ensamblaron los Battle droids y Destroyer droids utilizados por la Federación de comercio en su fallida conquista de Naboo, así como los Super battle droids empleados por la Confederación de sistemas independientes. Cabe destacar que si bien las fabricas y los insumos que se utilizan son geonosianos, los productos terminados pertenecen a corporaciones intergalácticas que contratan los servicios de los genosianos para reducir costos, ya que la mano de obra en este planeta es mucho más barata que aquella que se consigue en la región del Anillo interior. Entre los clientes de los genosianos se encuentran muchos miembros de la Tecno Unión, principalmente el Taller de armaduras Baktoid. Esta empresa, dedicada a la fabricación de equipo bélico, ha cerrado sus plantas en Foundry, Ord Cestus, Telti, Balmorra y Ord Lithone para pasar sus operaciones hacia Geonosia, ya que gracias a la lejana locación de este mundo Baktoid puede evadir los controles e impuestos de la República.
De todas las estructuras existentes en Geonosia, la más impresionante es quizás la arena de las ejecuciones tanto por su tamaño y su particular arquitectura. En contraposición a las angostas torres típicas de los geonosianos, la arena es un masivo edificio compuesto por inmensas graderías y palcos que rodean un circulo central donde toman lugar sangrientos eventos, ejecuciones en su mayoría, más las ocasionales luchas de bestias.
Las ejecuciones sirven dos propósitos en la sociedad genosiana, en primer lugar es una forma eficiente -aunque violenta- de castigar los prisioneros. ya que los genosianos consideran un mal uso de sus limitados recursos el mantener prisiones para encarcelar criminales; en segundo lugar, y más importante, las ejecuciones sirven como un medio de entretener -y distraer- a las masas. Con este fin las autoridades como el archiduque Poggle el menor, hacen de sus ejecuciones todo un evento al enfrentar a los condenados contra brutales bestias propias de Geonosia o bien traídas del exterior. Las luchas de bestias funcionan de manera similar, miembros de la aristocracia local ganan prestigio al preparar impresionantes combates con las más salvajes bestias. Dentro de este esquema también hay espacio para elementos de las clases bajas, ya que si un individuo logra sobrevivir de un combate contra terroríficos animales, su coraje y fortaleza en la arena le permiten elevar su posición social.