La historia de Barris Offee dentro de la Orden Jedi sigue el patrón típico, pues al poco tiempo de nacer Barris fue separada de sus padres naturales para quedar al cargo de los Jedi. De esta forma, ella fue criada según los principios del Código Jedi, siguiendo una tradición latente desde los finales de la Guerra del Sith, donde los potenciales Jedi crecen en los confines del Templo aprendiendo las disciplinas necesarias para forjar el cuerpo y el espíritu para que sirvan al ideal de mantener la paz y la justicia.
Aun con la rigidez proveniente de las milenarias costumbres Jedi, Barris Offee desarrollo un carácter muy peculiar, pues su naturaleza reservada es a veces una fachada para esconder su inexperiencia y una impulsividad inherente, la cual resulta muy problemática en ocasión. Este ímpetu se manifestaba en una tendencia hacia el uso del lightsaber, en vez de hacer uso de sus destrezas diplomáticas... al mejor estilo de las negociaciones agresivas de Anakin Skywalker.
En reflejo de las características propias del individuo, la Fuerza viviente toma distintos matices; en el caso de Barris Offee, su relación con la Fuerza tiende hacia la curación, la cual no solo le permitía a Offee sanar las dolencias del cuerpo sino que también le facilitaba establecer una empatía con otras personas.
Al pasar la etapa básica del entrenamiento Jedi, Barris Offee se convirtió en la Padawan de la Maestra Luminara Unduli. Al lado de esta mujer, Offee combatió en pos de la República en distintos campos de batalla, desde las planicies de Ansion, donde se negociase un tratado de paz, hasta las arenas de Geonosis en el inicio de la Guerra de los Clones.