Ser la cabeza de un importante feudo criminal es trabajo difícil por lo que Jabba el Hutt contaba con la asistencia del Twi'lek Bib Fortuna, nativo del planeta Ryloth quien actuaba como mayordomo del palacio del Hutt y por lo tanto responsable de todo de lo que ahí pasaba.
Previo a su relación con Jabba, Bib Fortuna era parte de mundo criminal de Ryloth donde fue uno de los primeros en traficar el adictivo conocido como spice. Luego complemento este negocio convirtiéndose en esclavista.
Aunque empezó como un agente libre, Fortuna logro alcanzar una posesión de poder entre las diversas bandas criminales de Ryloth empleando su despiadada frialdad para planear y llevar a cabo sus cometidos. Fue así como llamo la atención de Jabba el Hutt, quien lo contrato como su agente en Ryloth a cambio de fuertes comisiones.
De un momento a otro, Bib Fortuna se convirtió en una persona indeseada entre su propia gente; los Twi'leks a los que creía sus amigos lo juzgaron y condenaron a muerte como un traidor ya que por sus acciones gran cantidad de escoria había llegado a Ryloth a corromper sus sociedades en algunos casos y en otros a esclavizar pueblos enteros. Fortuna escapo pero el dinero y la honra de su familia desapareció por lo que juro vengarse.
Aprovechando su influencia, Bib logro convencer al Hutt que le diera un mejor puesto dentro de su organización. El Hutt accede y lo nombra teniente junto a Naroon Cuthus y Bidlo Kwerve. Como pago Fortuna condujo a los hombre de Jabba hacia la conquista de siete ciudades de Ryloth que incendiaron para sacar de sus escondites a los habitantes para poder esclavizarlos. Sus riquezas pasaron a manos de Jabba, y en menor medida a cuentas secretas de Bib.
De entre las ruinas de una de estas ciudades, Fortuna secuestro al infante Nat Secura, miembro de una de las familias reales de Ryloth para en un futuro usarlo como títere para moldear a los Twi'lek a su manera.
Bien que en lo más profundo de su mente Bib Fortuna escondía un sinfín de planes para apoderarse del imperio criminal de Jabba y emplear las riquezas del Hutt para reformar Ryloth. Por eso decidió convertirse en el mejor asociado de Jabba, para acceder sus secretos y utilizarlos en su contra. Para demostrar su "aprecio" al Hutt, Fortuna acostumbraba darle regalos ocasionalmente. Entre ellos estaban la bailarina Twi'lek Oola que fue de gran agrado para Jabba. Pero el mejor regalo que Bib le dio fue el monstruo conocido como rancor.
Si bien la captura del rancor fue obra de Bidlo Kwerve, Fortuna supo aprovechar la ocasión y la crueldad de Jabba para deshacerse de su rival y subir otro peldaño en la corte del Hutt ya que en agradecimiento fue convertido en el mayordomo del palacio.
Ansioso en conocer los secretos del palacio que seria su nuevo dominio, Bib Fortuna se lanzo a conocer todos sus pasillos, salones, celdas y demás recamaras con tal mala suerte que se topo con una de las arañas mecanizadas que cargaban el cerebro de uno de los monjes B'omarr. La aparición de tan extraña criatura asusto a Fortuna en un principio pero un poco de reflexión le permitió ver el potencial que tenían los monjes B'omarr ya que conociendo su descontento contra Jabba, Fortuna creyó que podría usarlos como parte de su plan para dejarse el emporio criminal del Hutt. Así que se alió con ellos, aprendiendo sus costumbres e ideas y ayudándolos a planear la destrucción de Jabba.
Pero todos los planes de Bib Fortuna se vinieron abajo con la aparición de una misteriosa figura en la puerta del palacio: Luke Skywalker, el Caballero Jedi quien con sus poderes logro entrar y manipular a Fortuna para que lo llevara hasta el mismo Jabba el Hutt. Los eventos que siguieron no solo vieron a Fortuna caer de la gracia del Hutt, sino la destrucción completa de la organización criminal de Jabba en el pozo de Carkoon cortesía de Luke Skywalker y sus amigos rebeldes.
A diferencia de la creencia popular este no fue el final de Bib Fortuna, ya que el Twi'lek logro escapar de la destrucción gracias a un pequeño speeder que tenia escondido en el sail barge de Jabba.
Sabiendo lo que pasaría, Bib Fortuna regreso al palacio de su antiguo amo para tratar de apoderarse de algunas de las riquezas del difunto Hutt. Ahí peleo una desastrosa pelea contra otros muchos que tenían los mismos planes en mente y aunque logro mantenerlos a raya por un momento, Fortuna nunca espero el asalto de sus aliados los monjes B'omarr quienes le hicieron el favor de extraer su cerebro de su cuerpo para que pudiera contemplar en las profundidades de su monasterio las maravillas del universo...